Estos días hemos escuchado que en Murcia se va a destinar 60.000€ a la escuela de tauromaquia, pero sólo 30.000 al Instituto Oceanográfico que estudia el Mar Menor. Y… pues que añadir…El Mar Menor se muere, la biodiversidad está muy dañada, con toda la pobreza que eso conlleva, a nivel medioambiental y de todas las familias que viven de la pesca y la agricultura. Pero se da el doble de subvención a las escuelas taurinas, al noble arte de maltratar animales  (¡si! ¡subvención! ¡con el dinero de nuestros impuestos!)  y de enseñar a nuestros niños que hacer sufrir a un toro o a una vaquilla es algo a conservar y de lo que estar orgullosos…

Avatma, asociación de veterinarios abolicionistas de la tauromaquia, es uno de los grupos más molestos a la hora de denunciar este tipo de situaciones, y muchas más. Nosotras los seguimos desde hace tiempo porque su discurso, bien documentado y con conocimiento de causa contradice muchas de las versiones oficiales (el mundo del toro da muchos trabajos, las plazas se mantienen de vender entradas y no de subvenciones, los toros viven como privilegiados hasta el momento antes de entrar a la plaza), además de denunciar muchas otras situaciones que afectan a educación, otros animales y medio ambiente.

Os invitamos a que investiguéis su web: www.avatma.org y su facebook: Avatma

El código deontológico veterinario dice:  «Los veterinarios deben salvaguardar la salud, la dignidad y la vida de todos los animales». Es imposible entender que algunos profesionales defiendan al maltrato sistemático a algunos. Y es esperanzador que cada vez más lo denuncien.