Desde hace muchos años, cuando tenemos tiempo libre nos escapamos a un camping en la sierra que nos encanta por su tranquilidad, tener preciosas montañas al lado, y estar en plena naturaleza. Y no digamos a nuestros perros… en cuanto cogemos los bártulos ya saben a donde vamos! Se vuelven locos de contentos y no paran de correr y saltar a nuestro alrededor mientras cargamos el coche.
El caso es que hemos ido observando un problemón que aunque anunciamos a todo el mundo que quería escucharnos, nadie nos hizo ningún caso. Ninguno.
Hace unos 5 años, alguien llevó una camada de gatitos preciosos, para que no hubiera ratones, dijeron. A todo el mundo habitual del camping les encantaron… les llevaban comida, premios, regalos y juguetes. En 6 meses dos hembritas ya tuvieron sus primeras camadas, y en otros 6 meses todas esas nuevas gatas mas las anteriores tuvieron otras camadas. En total, que en 3 años había mas de 200 gatos descontrolados, reproduciéndose, robando a los campistas, y haciendo todo lo necesario para sobrevivir. Vamos, los gatos hacían lo que tenían que hacer. Pero los propietarios del camping no lo veían así… sino como a un plaga que les había invadido, ¡y no porque no estuvieran informados! Se les avisó que debían esterilizar inmediatamente a los primeros gatitos que llegaron para que aquello no se convirtiera en lo que se convirtió, un número enorme de gatos hambrientos, muchas camadas en las que no sobrevivía prácticamente ninguno y mala vida para toda la colonia, en resumen.
El tema es: si vas a tener un gato en semilibertad, sea un chalet, una casa en un pueblo o un bajo en una urbanización, ¡esteriliza, esteriliza y esteriliza! Evitarás problemas, controlarás el número de gatos que puedes atender en buenas y sanas condiciones, y evitarás a estos maravillosos animales una mala vida, y también una mala muerte. Es nuestra responsabilidad