Los últimos fines de semana hemos tenido un cachorro de pastor alemán que tiene a sus dueños desesperados. Es inestable, dominante, ansioso e incluso agresivo si se le mete entre ceja y ceja que quiere un juguete, o el pienso de otro perro. Lo cogieron porque el hijo mayor tiene pánico a los perros y pensaron que la mejor raza para que lo superara era precisamente un pastor alemán. No lo compraron a un criador sino a un particular, y no eligieron el carácter que necesitaban sino el que les dieron. En resumen, desastre total. Ahora el nene tiene miedo de su propio perro y ellos mucho trabajo por delante.
Lo que queremos decir con esto es que los perros de razas concretas pueden tener ciertas aptitudes en general, pero nunca se debe dar por hecho, ya que hay muchísimas excepciones. Lo vemos a diario. Ninguna raza te asegura nada. Prometido. Vemos continuamente labradores a los que no les gusta jugar, terranovas que odian el agua, beagles poco activos, y hasta algún golden que muerde a todo perro que se le acerque…y un largo etcétera, muchos adquiridos por personas sin conocimiento ni de la raza ni de cría. Eso por no hablar de los problemas de salud que acarrean, que ocuparía un capítulo aparte que abordaremos en otra ocasión.
Si necesitas un perro en concreto por trabajo o para desarrollar una actividad busca un criador serio que sepa lo que hace. Nada de ir a cualquier intermediario que se trae perros de Bielorrusia a un super precio y luego los vende. Ni a un particular. Y ten en cuenta que ciertas razas (en general) llevan emparejado un esfuerzo extra, un border collie necesita darle al “coco”, un perro de caza mucho ejercicio, o a un galgo quizás le tengas que ayudar con su timidez…
Si sólo deseas cuidar y amar a un compañero peludo y buscas un perro de compañía, adopta en un refugio, eligiendo bien y dejándote asesorar para que se adapte a tu estilo de vida, tu familia, tu nivel de actividad física, etc y que todo vaya como la seda.