En ocasiones, recibimos llamadas de personas que necesitan dejar a su amigo peludo con nosotras durante estancias prolongadas. Y en muchas ocasiones se trata de animales mayores o ancianos que nunca se han alejado de su familia. Siempre que viene un huésped por primera vez preguntamos si alguna vez se han separado de él, si ha estado en guarderías… ¿como ha reaccionado ante la falta de su familia? La respuesta suele ser, “no lo sé”. Nunca hemos tenido la necesidad de separarnos de él, o siempre alguien de la familia se ha quedado en casa, o nos lo hemos llevado de vacaciones todos estos años. Y de repente precisan dejarlos 20 días, o 2 meses y además que el peludo no reaccione con estrés y disfrute de sus vacaciones. Y lo cierto, es que no es tan fácil.
Los motivos para que esto ocurra son variados, buenos y malos. En muchos casos son por ese viaje soñado a un destino exótico, pero en muchos otros son por enfermedades crónicas, operaciones, o necesidad de abandonar la vivienda habitual por obras, incendios, etc.
No es un problema sin solución, debe haber un periodo de adaptación, hacer varias estancias cortas, de guardería de día, y luego una o dos noches a dormir permitirá que cuando llegue el momento lo viva con alegría y tranquilidad.
Pero es aún mejor conseguir que nuestro amigo sepa estar sin nosotros con bienestar, no generar ansiedad ante nuestra ausencia. Tiene que saber estar sólo en casa, que de vez en nos vayamos unos días sin él, no estar encima todo el rato generando un vínculo en ocasiones insano. Da igual si lo dejas en guardería o con unos amigos, pero hazlo cada cierto tiempo desde que es cachorro, así si un día la separación temporal es inevitable no sufrirá ansiedad y disfrutará de la novedad.
Siempre ponemos de ejemplo a los hijos. Cuando tienes un bebé al principio estás 24 horas con él, pero a medida que crece lo llevas al cole, lo dejas una noche a dormir con los abuelos, si va todo bien otro día se va con sus primos o un amiguito, hace alguna excursión sin ti, etc. Poco a poco, vas educando a una persona autónoma, y cuando tenga 30 años no necesite estar todo el día con su padres. Sin embargo, hay personas que con su mascota viven negativamente, como una irresponsabilidad o un abandono, no llevártelo siempre, hacer cosas sin él, o dejarlo en guarderías.
Lo cierto es que antes o después, en el 99% de las familias hay una ocasión en que necesitas dejarlo al cuidado de otras personas. Lo ideal es haberlo educado para que esto sea algo positivo, como la primera vez que te quedas en casa de tu mejor amiga a dormir, o tu primer campamento de verano. Que nuestro objetivo sea educar un amigo fuerte, capaz y feliz.