A pesar de que este año al verano le está costando llegar, ya han venido varias personas preocupadas porque su perro no tiene apetito o está muy apático. En general, si el peludo está contento, no ha habido una pérdida de peso significativa, y se le ve sano, esto se debe simplemente a que hace calor.
De la misma manera que nosotros en invierno tenemos más hambre y apetito por cosas más suculentas, y en verano nos ocurre lo contrario y preferimos comidas más ligeras, con más contenido en agua (fruta, ensalada,etc) y en menos cantidad, los animales también cambian de una estación a otra, y en verano suelen comer menos y beber más. En la guardería notamos una diferencia considerable entre una semana de frío, cuando los sacos de pienso vuelan, y una de calor.
Además, ellos tienen dificultad para eliminar el calor ya que no sudan a través de la piel, y sólo regulan la temperatura por medio del jadeo. Otro factor añadido es que con la llegada de los primeros calores muchas hembras entran en celo, con lo que existe otro motivo por el que los machos sin castrar pueden perder el apetito, ya que pueden oler a una hembra en celo a 3 Km de distancia, imaginaros lo que supone eso para un perro urbanita.
Con lo que, si tu perro está sano y en su peso, no le des mayor importancia. Déjale el comedero siempre disponible esta temporada, ellos tienden a comer más por la noche, y siempre, siempre, acceso a agua fresca. Si tiene mucho pelo puedes cortárselo, pero nunca demasiado corto, ya que el pelo aísla tanto del frío como del calor, y además puede sufrir quemaduras solares, ya que su piel nunca está expuesta al sol. No le obligues a hacer mucho ejercicio, e intenta que los paseos sean con el fresco de la mañana y en la tarde-noche. Y por supuesto, extrema las precauciones si es una hembra preñada, un anciano, o una raza de morro corto (bulldog, boxer, pequinés,etc). Y si le llevas a un riachuelo para que se refresque, pues en la gloria!