Una de las primeras experiencias sorprendentes que tuvimos al abrir la guardería, allá por 2003, fue con una perra llamada Nai, un cruce de mastín y pastor, que en ese momento contaba con 1 año escaso.
Estábamos bañando a un perrito, y Nai estaba en el box de enfrente, observando lo que hacíamos y ladrando para captar nuestra atención. Cuando vio que la cosa no iba a ser tan fácil, decidió pasar a la acción e irse a dar un paseo por la finca.
Se irguió sobre las dos patas traseras y lentamente, con el hocico, abrió el pestillo de la puerta de su box. Se sentó despacio y nos observó unos segundos para ver si nos habíamos dado cuenta de algo. Nosotras seguíamos inclinadas en la bañera, pero por el rabillo del ojo, la vigilábamos a ver qué tramaba.
Pasado un rato, se sentó mas cerca de la puerta y, suavemente, con la «mano», empezó a abrirla. Cuando estuvo suficientemente entornada para poder pasar, se volvió a quedar inmóvil, sin dejar de mirarnos. Volvió a esperar unos instantes, y se dispuso a salir, poco a poco, sin hacer ruido, casi de puntillas, mirando al frente, como si no supiera que nosotras estábamos allí. Mientras, nosotras la observábamos muertas de la risa, disimulando para seguir espiando su escapada. Justo al acercarse a la puerta de salida nos erguimos y, con tono grave y autoritario, intentando no reírnos, dijimos: «Nai, que estás haciendo?». Ella, empezó a patinar sobre el suelo, en plan dibujo animado, y corriendo se volvió a meter sola en su box, solo le faltó cerrar el pestillo! Entonces estallamos en carcajadas, mientras Nai nos miraba compungida sin entender nada…
Mas tarde, al hablar entre nosotras, comentamos sorprendidas la tremenda inteligencia que hace falta para saber lo que quieres hacer, y aunque no es lo que debes hacer, disimular para ver si lo consigues. Disimular, tener picardía, requiere una mente despierta, intuir lo que el otro espera de ti, decidir no hacerle caso y ser cuidadoso a la hora de ejecutarlo para que no te pillen… vamos, muchísima inteligencia!
Eso si… pusimos mosquetones en todas las puertas de la guardería.
2 Comments
Los perros son increíbles. Cada día tengo más admiración por ellos. E incluso un poco de envidia.
A nosotras también nos dan envidia… tienen una capacidad de disfrute increíble! Gracias por leernos! Un abrazo!