Hoy en día somos muchísimos los que tenemos un gato en casa, y aunque su entorno es seguro y agradable, en ocasiones limita un poco al no salir de paseo como lo hacen los perros. Lo primero, aclarar que sí se puede sacar a un gato de casa a tomar el aire, pero es mejor acostumbrarlos desde pequeños y siempre respetar su ritmo. Ellos no salen como locos buscando amigos para jugar, sino que lo hacen despacio, con precaución y sopesando su entorno, y nosotros debemos adaptarnos a sus necesidades.
De cualquier manera, podemos estimularles haciendo la casa más atractiva. Si tenemos un balcón o una terraza, ya tenemos mucho ganado porque les encanta cotillear el mundo y tomar el sol, y hoy en día hay estupendas gateras para que puedan salir sin perder el calor de la calefacción en invierno. Además, si les ponemos un sitio elevado y cómodo delante de una ventana también van a distraerse y disfrutar muchísimo.
Les encanta jugar, especialmente a los jóvenes, y es un hábito que debemos incentivar para evitar la apatía y la obesidad. Pero no le pongas muchos juguetes a la vez, es mejor rotarlos, de lo contrario se aburren rápidamente. Cuando esto ocurra, guárdalos y ponle otros. No hace falta gastarse mucho dinero: pelotas de diferentes materiales, cajas duras de cartón rellenas de bolas, cascabeles, hilos con objetos varios que cuelguen del techo, animales de latex tipo ratones, culebras, ranas, etc. Además, en tiendas especializadas encontrarás juguetes interactivos, por ejemplo pirámides que sueltan pienso a medida que lo giran. Esto es importante, es mejor que se «trabajen» un poco la comida, también puedes esconder montoncitos de pienso por casa en vez de ponerle toda la ración en el plato, ellos están mas activos y cuando lo encuentren sentirán la satisfacción de habérselo ganado.
Si pasan muchas horas solos, y podemos permitírnoslo, adoptar otro gato es una gran idea, en muchos casos surgen amistades para toda la vida y así tienen a alguien para jugar, dormir acurrucados y hacerse compañía.
Fíjate cuáles son sus sitios preferidos y coloca su cama, los gatos tienen muy claro lo que les gusta! E intenta no dejar puertas cerradas, ya que son animales territoriales y les gusta «patrullar» su reino.
Y muchas muchas caricias. Cuando acariciamos a un gato a los dos nos baja la presión arterial, y nos disminuye el ritmo cardíaco y respiratorio. Sólo nos falta ronronear!